En esta séptima edición del informe son ya catorce las empresas que califican como transparentes (40%), solo restan tres opacas (9%) y 18 (51%) califica como traslúcidas.
Se repite la tendencia de los últimos años, destacando con mucha diferencia las empresas pertenecientes al sector energético seguidas de las del sector financiero.
Se ha producido una mejoría generalizada en todos los indicadores salvo en las que afectan a la relación con el auditor externo y el área de gobierno.